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La salud mental de los deportistas de élite es uno de esos aspectos que pasan imperceptibles para la gran mayoría de los aficionados al deporte. Es normal y comprensible que nos centremos en el ejercicio deportivo y no en el estado mental del deportista.

Realmente, alcanzar el éxito deportivo, requiere de una gran preparación tanto física como mental. Con la preparación y el entrenamiento mental adecuados, el deportista de élite estará más capacitado psicológicamente para superar los momentos más críticos y no derrumbarse.

No todo es deporte

Generalmente, los aficionados están acostumbrados a ver a sus estrellas del deporte favoritas en la televisión o en internet.

Sobre todo, suele ser en un partido, o en algún otro tipo de evento relacionado con el deporte que realizan. Sin embargo, también se les puede ver en entornos más cerrados, como, por ejemplo, una rueda de prensa. Es en estos escenarios, se encuentran rodeados de micrófonos y con decenas de periodistas analizando cada palabra que pronuncian y cada gesto que hacen.

Además, estos deportistas se enfrentan casi a diario a la presión generada por entrenadores, patrocinadores, clubs, fanáticos del deporte, prensa deportiva, redes sociales, etc.

Debido a esto, es normal pensar si estos atletas están preparados y reciben la ayuda necesaria para hacer frente a todo este tipo de situaciones.

Cuando la presión supera al deportista

Durante estos últimos juegos olímpicos, los medios de comunicación se han hecho eco de la noticia de la retirada que la gimnasta Simone Biles. Y lo ha hecho para, según sus propias palabras, “centrarse en su salud mental”.  La cuatro veces campeona olímpica alegó sufrir bloqueos y fuertes episodios de estrés que le impedían participar en la mayor parte de las pruebas.

Del mismo modo, la tenista de élite, Naomi Osaka, abandonó el último Roland Garros sin dar explicaciones a los medios. Más tarde, a principios de este último año, declaró que los motivos se debían a la enorme presión que le provocaba dar ruedas de prensa. Después de ese abandono, decidió no acudir a Wimbledon. Llevaba dos años arrastrando serias dificultades y quería centrarse en los JJOO de Tokyo 2020. Sin embargo, y a pesar de todo el esfuerzo, fue eliminada en las primeras rondas de esta competición.

Pero estos casos no son los únicos. Los deportistas Michael Phelps, Rafa Muñoz o Raven Saunders también han sufrido este tipo de episodios. Ellos forman parte de una larga lista de profesionales del deporte a los que, en algún momento de sus carreras, les ha superado la presión.

Es en este momento en el que se empieza a hacer concienciación sobre la salud mental de los deportistas de élite y de lo importante y beneficioso que resulta para todos ellos entrenarla y cuidarla.

Ahora bien, debemos hacer una puntualización importante. Que deportistas tan experimentados y preparados sufran momentos en que la presión les supere, no significa que tengan ningún problema de salud mental.  En este sentido, el comentario de Biles sobre el motivo de su retirada de los juegos, resulta muy esclarecedora para el espectador. Sin embargo, para un profesional, resulta exagerada y muy alejada de la realidad.

La prueba evidente de ello está en que, pasados unos días, se recuperó y consiguió la medalla de bronce en una de las pruebas. Es más, lo que esta atleta realmente mostró es una enorme madurez psicológica y un altísimo nivel de autoconocimiento.

Y lo demostró al tomar la decisión de abandonar, en plena competición, por no poder afrontar el nivel de exigencia que ese reto le demandaba en aquel momento.

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Tenerlo todo no es una ayuda

Cada vez que una de estas noticias sale a la luz, lo primero que se suele hacer es cuestionar los motivos. Es como si la audiencia no se creyera que un deportista de élite, tan preparado y tan fuerte aparentemente, pueda sufrir episodios de bloqueo mental o estrés.  Un ejemplo claro de esto, lo vemos en el enfado y la incomprensión que provoca en los aficionados cuando sus futbolistas favoritos fallan un penalti.

Se suele creer, de manera errónea, que estos deportistas que lo tienen todo, fama, dinero y éxito, gozan de una felicidad que les desborda. Y que, debido a ello, sumado a toda su preparación, es imposible que puedan sufrir estrés o ansiedad. Pues, lamentablemente, en bastantes casos, nada más lejos de la realidad. Muchas veces, la imagen que los deportistas muestran ante los focos poco tiene que ver con la realidad que están viviendo detrás de ellos.

Recuerdo hace años, una atleta comentaba con su psicólogo deportivo lo mucho que le molestaba y la desolación que le provocaba que se dijera que ganaba porque era muy inteligente compitiendo. Le indignaba que, al resaltar esa cualidad, la gente no apreciara las infinitas y duras horas de entreno a las que se sometía diariamente. También, los millones de repeticiones del mismo gesto que realizaba en cada entrenamiento. Los estrictos horarios de trabajo y descanso, el sacrificio que le suponía dedicar gran parte de su tiempo de ocio para no descuidar sus estudios. Incluso, las duras dietas a las que se debía someter para mantenerse al máximo nivel. En su lugar, solo se destacaba que ganaba porque tenía “el don o la suerte” de ser inteligente.

La fama, el dinero y el éxito social conforman la parte visible del iceberg. Sin embargo, detrás de todos estos factores, hay todo un sacrificio personal que, sin apoyo familiar, social y profesional, se les haría prácticamente imposible de gestionar.

Entrenamiento y equilibrio para la salud mental de los deportistas de élite

Todos y cada uno de los deportistas que se dedican a la competición entrenan a diario para ser los mejores en su deporte. Pasan horas y horas preparándose físicamente y perfeccionando su técnica para conseguir sus objetivos. Dentro de toda esta preparación, el entrenamiento mental juega también un papel protagonista.  Hay que pensar que, en el deporte de élite, la diferencia entre ganar y perder está, sobre todo, en cómo los deportistas gestionan el estrés y la presión en los momentos clave de la competición. Por lo tanto, es el factor mental más que el físico o técnico el que tiene más peso y acaba determinando el resultado final.

Hace unos días, ha saltado la noticia de que en el U.S Open de 2021, uno de los torneos de tenis más importantes en la actualidad, se ha habilitado un servicio para cuidar de la salud mental de los deportistas de élite que participen en la competición.

Sin duda es un avance difícil de imaginar hace tan solo unos pocos años atrás. Que eventos deportivos tan importantes como este introduzcan dentro sus servicios médicos a psicólogos para los deportistas, es siempre una buena noticia.

Sin embargo, personalmente, considero que la figura del psicólogo deportivo es absolutamente necesaria en cualquier modalidad deportiva y en todas las etapas de formación de los deportistas, y no solo para intervenir cuando éstos estén atravesando un mal momento. Debe de estar presente siempre. desde el inicio.

El psicólogo debe de convertirse en una pieza imprescindible en todas las federaciones, clubs y escuelas deportivas de base y, por supuesto, en las de competición. Sin duda alguna, su labor es necesaria para acompañar y ayudar a los deportistas en todas las etapas de su desarrollo tanto deportivo como personal. Se asegura de que, a medida que éstos van avanzando en su deporte y superando categorías, están preparados para enfrentarlas de forma eficaz y saludable.

 

 

la salud mental en los deportistas de élite

¿Solo en el deporte de competición?

Indiscutiblemente, mantener el equilibrio mental es esencial en el deporte, pero también, en cualquier área de la vida. De esta forma, podemos sobrellevar todos aquellos episodios de estrés o presión que podamos sufrir en un momento determinado, de manera saludable y efectiva.

Sin embargo, en numerosas ocasiones, todo esto no se consigue sin apoyo profesional. Al igual que los deportistas de élite, cualquier persona debería de contar con estos profesionales. De este modo, podrán entrenar sus habilidades mentales para conseguir sus objetivos personales y/o profesionales, y no recurrir a ellos solo cuando hay un problema.

El caso de Biles en los juegos olímpicos, ha puesto en evidencia la percepción equivocada de que hay que acudir al psicólogo solo cuando existe un problema de salud mental. Nos ha demostrado que la salud mental de los deportistas de élite es algo vital que hay que cuidar y tener en cuenta en todo momento.

Como muy bien ha sentenciado la atleta Ana Peleteiro, medallista de bronce en triple salto en los Juegos Olímpicos “Nos cuesta admitir que hay que cuidar la cabeza, de haber sabido lo que ayuda, habría ido a la psicóloga antes”.

La gente debería de acudir a estos profesionales para desarrollar todo su potencial y su presencia debería de estar generalizada en cualquier ámbito profesional.  Su labor es promover el bienestar mental y emocional de las personas, sin que exista, necesariamente, ningún problema de salud mental o trastorno afectándolas. Porque, además, en su caso, si este último supuesto se da, nadie mejor que ellos para detectarlo a tiempo y actuar en consecuencia.