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Seguro que más de una vez has escuchado hablar de las relaciones tóxicas. O quizás has estado o estás inmerso en una de ellas, por lo que ya sabrás lo complicadas que son. Pese a formar parte de nuestro vocabulario, muchas personas desconocen realmente qué es y qué consecuencias tiene una relación tóxica. Se suele hablar muy a la ligera de este concepto, ya que no existe una definición unificada.

Podemos decir, en términos generales, que una relación es tóxica cuando uno de los integrantes de la relación tiene comportamientos y actitudes totalmente impropias, que llevan a la otra persona a un estado de vulnerabilidad psicológica y emocional.

¿Quieres conocer todos los detalles sobre este tipo de relaciones y cómo la figura del coach puede ayudarte?

¿Cómo es una relación tóxica?

En primer lugar, tenemos que hacer un repaso y conocer cómo llegan a ser y cómo se generan estas relaciones. Son realmente muy complicadas de identificar, sobre todo porque actualmente y en numerosas ocasiones, se tiende a aceptar como «normales» ciertos comportamientos absolutamente reprochables. Lo vemos continuamente en películas, series, canciones, etc. Y aceptamos, normalizamos e incluso, en el peor de los casos, idealizamos acciones y conductas que, en ningún caso se deben naturalizar.

Una relación de este tipo es devastadora, haciendo sufrir si no a los dos, a un miembro de la pareja. En estas relaciones, la rutina diaria se centra en las discusiones, el control, los clinfictos y la lucha de poder.

Aunque las relaciones tóxicas suelen vincularse exclusivamente al ámbito de la pareja, no es así. Este tipo de relaciones puede darse con amistades, familiares, compañeros de trabajo o superiores, etc.

Especial atención debemos poner en los adolescentes. En estas edades, la persona está todavía en proceso de crecimiento y de formación y el entorno influye sobre manera sobre el joven que, sin darse cuenta, se puede ver envuelto en una relación de este tipo, sin tener los recursos personales necesarios para hacerle frente eficazmente. El problema en estas edades radica en que aunque la persona se dé cuenta, no tiene la capacidad, las habilidades para afrontarla, sencillamente, porque todavía está en pleno proceso de desarrollo.

Estar inmerso en una relación con una elevada toxicidad conlleva, sin duda, consecuencias nefastas para la persona afectando y dañándola a diferentes niveles. La más notable, es la pérdida total o parcial de la autoestima. Con una baja autoestima la víctima se siente a merced de la persona tóxica.

En estas relaciones, la parte tóxica acapara todo el protagonismo y provoca en la otra una sensación de dependencia. La dependencia emocional se genera, en unos casos ,por la creencia de que la otra persona es el salvavidas sin el que no se puede salir adelante. En otros casos, esta dependencia emocional se puede manifestar a través del victimismo, generando la creencia que para estar bien te necesita a su lado, que sin ti, no puede valerse por sí mismo o misma.

Así, se va entrando en un bucle cada vez más complicado donde el miedo es el elemento dominante dificultando la salida.

¿Estás inmerso en una relación tóxica y no sabes cómo salir de ella?

Contacta con nosotros y te ayudaremos a través del coaching de forma presencial u online.

Actitudes o comportamientos indicadores de relaciones tóxicas

¿Qué actitudes o comportamientos son indicadores de que estás en una relación tóxica y que, por tanto, debes prestar atención? A continuación te facilitamos algunos comportamientos que, en ningún caso, se deben de tolerar y que es necesario poner límite en cuanto son percibidos:

  • Aislamiento de familiares y amigos.
  • Vigilancia y control de tus gastos personales.
  • Control de tus redes sociales y teléfono.
  • Control sobre tus horarios.
  • Planificación de actividades sin tu consentimiento.
  • Exigencia de compensación inmediata cuando te hace un favor.
  • Menosprecio.
  • Chantaje emocional si no haces lo que él/ella quiere con enfados excesivos y continuados.
  • Paternalismo y sobreprotección.
  • Críticas a tu forma de vestir o estilo personal.
  • Restar importancia a tus logros y virtudes.
  • Pasarse varios días sin dirigirte la palabra.
  • Culpabilizarte de sus problemas.
  • Si toma decisiones que os afectan a los dos sin tan siquiera informarte.
  • Si se dirige a ti con exigencias y malos modos de forma frecuente.

Cómo salir de una relación que nos hace daño: vías de escape

El primer paso para salir de una relación tóxica será tomar conciencia de ello. En muchos casos las personas no son conscientes del problema. Quizás porque llega un punto en que, como hemos comentado, la situación se “normaliza”.

Muchas veces son personas externas a la relación, las que pueden hacerte abrir los ojos. Familiares o amigos que ven a la persona superada por la situación o simplemente presencian comportamientos chocantes entre ambas personas.

Salir de una relación que nos hace daño es ciertamente difícil, sin embargo es posible. Eso sí, teniendo en cuenta estos consejos:

escapar de una relación tóxica

Hazte preguntas

Por ejemplo, puedes pensar: ¿merezco estar sufriendo por esa persona?, ¿por qué me hace sufrir si realmente me quiere?, ¿quiero sentirme así toda mi vida?, ¿cómo sería mi vida, a la larga, sin esta persona?, ¿qué es lo que me atrae de este tipo de relaciones?.

Escucharte a ti mismo responder te ayudará y será vital para que veas y sepas cómo te comportas en este ámbito y dar un paso hacia delante.

Aléjate de la relación tóxica

No es fácil, pero sin duda debes hacerlo. Una persona debe ser feliz por sí misma, sin depender de nadie. Todo lo que nos aporten las relaciones, sean del tipo que sean, deben sumar a nuestras vidas, no restar.

Si no puedes alejarte por ti solo, pide ayuda a tu entorno más cercano y ponte en manos de profesionales que te ayuden a entender, tomar conciencia de la situación y salir de ella.

Invierte tiempo para conocerte más

Debes hacer cosas por y para ti. Recuerda que antes de estar con esa persona tenías una vida. ¿Qué hacías en tu tiempo libre? ¡Vuelve a esa rutina!. Busca amistades nuevas o retoma las anteriores a la relación. Ojo con llenar el vacío con otra persona, antes debes recuperar tu estabilidad emocional y eso requiere tiempo.

Haz que esa persona pierda el poder que tiene sobre ti

Si bien es cierto que, en ocasiones, es difícil alejarnos completamente de esa persona, porque por ejemplo, es nuestra madre o nuestra expareja y tenemos hijos en común… sí que debemos limitar la relación en el tiempo y en el espacio tanto como sea posible, reduciéndola a la mínima expresión.

Recuerda que es primordial recuperar la autoestima para que nadie vuelva a influir negativamente en ti. En estas situaciones, es muy importante haber reunido, la suficiente fortaleza y haber desarrollado habilidades de inteligencia emocional para que, aunque esa persona intente volver a influir sobre ti, sepas cómo manejar la situación.

En otras ocasiones, afortunadamente, se puede romper la relación con una pareja tóxica y no volver a verla jamás. 

El coaching como apoyo para salir de una relación dañina

Un coach te puede ayudar con las relaciones que te hacen sufrir valorando primero y antes de nada, la gravedad de la situación para, en su caso, si es necesario, derivarte a un especialista.

El coach es un profesional experto en crecimiento personal y puede ayudarte a cortar los los vínculos nocivos que tienes con esa persona y a trabajar en ti mismo para incrementar tu bienestar personal.

¿Cómo lo hará? Identificando cuáles son tus “heridas” y tus fortalezas, el estado de ellas y dotándote de las herramientas oportunas para que te puedas relacionar con los demás de forma más eficaz. Te ayudará a saber gestionar tus emociones y entender cuáles son las que se mueven en todo momento. Aprenderás a vencer las barreras que te están afectando en cada situación, ayudándote crecer personalmente y encontrar así, de nuevo, el equilibrio.

A través de sus preguntas, se analizarán el tipo de respuestas, identificando los patrones y actitudes que hay detrás de las mismas. El objetivo es que construyas de nuevo tu autoestima, tu amor propio y sobre todo, evitar que vuelvas a caer nunca más en una relación tóxica.

El trabajo con el coach no te va a garantizar tener pareja, pero sí que te ayudará a saber reconocer, valorar y gestionar una futura relación de forma sana.